un espacio creado para la conexión, el movimiento y la quietud

En la actualidad necesitamos destinar tiempo para conectar con uno mismo, porque queramos o no, la vorágine de la sociedad moderna nos ha habituado a cargar con una lista de quehaceres y obligaciones diarias que nos alejan de lo mas importante: nuestro ser interior.

Por esto nace Samay, para brindar un espacio de reencuentro y conexión, que nos permita reducir la velocidad para volver a lo esencial a través del movimiento y la respiración consciente.

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CLASES GRUPALES

CLASES PERSONALIZADAS

"Samay es consciencia. Lu no solo con la práctica sino que también con la palabra, en cada clase, te invita a conocerte y reconocerte, no sales igual a como entraste. En mi caso salgo más plena y reconfortada, sobre el mat a la única persona que no puedes mentirle es a vos mismo, y la práctica me ayudo a verme y percibirme desde otro lado, un lugar más amable, sentido y humano para conmigo misma."

Agu, alumna de Samay
"Lu!! Quería decirte que tus clases son realmente increíbles!! No solo por la forma en que las das sino también la energía que le pones, la dedicación y la creatividad. En lo personal, nunca dejas de sorprenderme como me prestas tanta atención no solo en los ejercicios sino también en lo emocional, es impresionante como me sacas la ficha al toque y me das mucho amor para sanar. Eternamente agradecida."

Amira, alumna de Samay
"Hace tres años empecé yoga y conocí a Silvia, mi profe. Con paciencia y dedicación, me ayudó a aliviar mis molestias físicas y me enseñó a lograr cosas que jamás pensé podría lograr. Samay es un espacio que abraza...una clase, un sahumerio y buena gente que sanan el alma."

Marta, alumna de Samay
"Empecé yoga temerosa y dolorida a causa de mis problemas físicos (ciático y lumbar); después de casi 3 años me siento contenta por los avances realizados no solo a nivel físico sino también emocional. Agradezco a Silvia, mi profe, sin ella no lo hubiese logrado."

Susi, alumna de Samay

HORARIOS DE LAS CLASES

Sobre nosotras

Somos madre e hija creadoras de este espacio pensado para recargar nuestra energía, conectar con lo esencial y con la presencia a través del movimiento y la quietud.

Samay significa en el idioma quechua “respiro, suspiro, inhalar o exhalar aire”. Ese es nuestro pilar en la práctica de yoga, el respirar conscientemente para generar cambios en nuestro estado mental, accediendo a un estado de presencia y calma.